La reciente incursión de la jerarquía eclesiástica en la campaña electoral recomendando un determinado sentido del derecho del voto y opinando sobre terrorismo, aborto o divorcio demuestra que esta organización además de arcaica, machista, homofoba y dogmática añora, quizás, otros tiempos en los que la separación con el estado era inexistente y tal vez piense, que con el apoyo implícito a determinadas siglas políticas vuelva a conseguirse.Espero que esta critica a la jerarquía de la Iglesia no se confunda con una falta de respeto hacia los creyentes de esta o cualquier religión que por supuesto nada tienen que ver con estos estamentos porque entre otras razones no se trata ni por asomo de organizaciones democráticas, muy al contrario los fieles no pueden elegir a sus representantes, cuya legitimidad solo se mantiene a través de intereses y juegos de poder internos que suelen acabar en expresiones de autoritarismo.
No hay que despreciar la relación de las “pseudo-sectas” como el opus dei, con políticos, empresarios y agentes económicos que participan en el juego político, por lo que en el fondo, no nos debe extrañar que en los pulpitos se hable de política, eso si, cuando los obispos opinan de algo tan ajeno a ellos como unas elecciones democráticas, nos otorgan a los demás el derecho a hablar de su “negocio”.
Quizás va siendo hora de exigirles cuentas acerca de las inversiones y especulaciones con el dinero que reciben del Estado. Quizás habría que exigirles responsabilidades acerca de las mentiras que se cuentan en su cadena de radio. Tratar su religión en las escuelas como cualquier otra, ni más ni menos. Acabar con los privilegios fiscales y convenios con el estado o al menos equipararlos a los de otras confesiones. Obligarles a retirar de las iglesias los símbolos franquistas. Criticarles cuando se permiten adoctrinar acerca del derecho a la muerte digna de los demás, cuando se permiten discriminar a los modelos de familia que no son como ellos predican o juzgar a las mujeres que optan por abortar.Quizás va siendo hora de juzgar a más de uno por los abusos sexuales cometidos bajo sus sotanas eso si, sin usar preservativo, como dios manda.
No hay que despreciar la relación de las “pseudo-sectas” como el opus dei, con políticos, empresarios y agentes económicos que participan en el juego político, por lo que en el fondo, no nos debe extrañar que en los pulpitos se hable de política, eso si, cuando los obispos opinan de algo tan ajeno a ellos como unas elecciones democráticas, nos otorgan a los demás el derecho a hablar de su “negocio”.
Quizás va siendo hora de exigirles cuentas acerca de las inversiones y especulaciones con el dinero que reciben del Estado. Quizás habría que exigirles responsabilidades acerca de las mentiras que se cuentan en su cadena de radio. Tratar su religión en las escuelas como cualquier otra, ni más ni menos. Acabar con los privilegios fiscales y convenios con el estado o al menos equipararlos a los de otras confesiones. Obligarles a retirar de las iglesias los símbolos franquistas. Criticarles cuando se permiten adoctrinar acerca del derecho a la muerte digna de los demás, cuando se permiten discriminar a los modelos de familia que no son como ellos predican o juzgar a las mujeres que optan por abortar.Quizás va siendo hora de juzgar a más de uno por los abusos sexuales cometidos bajo sus sotanas eso si, sin usar preservativo, como dios manda.
Juan Manuel Mancebo Fuertes
Febrero 2mil8
2 comentarios:
Hay muchas cosas discutibles en lo que afirmas. Sólo una apreciación. Me parece que te equivocas al afirmar cosas como que la jerarquía eclesiástica es machista o que querrían volver a los tiempos en que no había separación de Iglesia-Estado.
Saludos
Comparto cada uno de los argumentos que expones en este artículo. Lo ínico que lamento es que en España, aún no tengamos una verdadera separación Iglesia-Estado, ya que sólo en un Estado y Gobierno -mejor sería hablar de pueblo sin estado- dónde la laicidad sea plena y sin ambiguedades puede construirse una real libertad religiosa, de pensamiento, consciencia y conocimiento, en tolerancia y respeto.
Todas y cada una de las ilustraciones de este blog me parecen mágnificas. Hablan por sí sólas de un modo claro y que adhiero en su totalidad.
Un saludo
Hannah.
Publicar un comentario