Me había prometido a mí mismo, que no escribiría por unos días en este diario. Esperaba dejar pasar estas horas tan monopolizadas por el tema electoral, limitándome a leer lo que otros escriben. Es muy interesante constatar las buenas intenciones y promesas de nuestros políticos, ver cómo en este periódico, con las secciones de humor de la señora Isolde y el señor Bravo a la cabeza, se escriben mensajes y noticias que no estaría de más archivar para, pasado algún tiempo, contrastarlas con la realidad. Pero no me resisto a opinar acerca de cierto tipo de información que en estas fechas pre-electorales, llegan a nuestras manos. Sobre todo después de leer los comentarios de quien, lo confieso, me cuesta distinguir cuando actúa desde la oficina de prensa del ayuntamiento, como jefe de comunicación del PP o en su nombre propio.
En contestación a una moderada y respetuosa crítica de mi amigo José Luis acerca del tono de sus últimas intervenciones, este asiduo articulista, literalmente uso la expresión: “Todo está diseñado y saliendo como esperábamos”. Promesas, insultos, verdades a medias, mentiras flagrantes, encuestas absurdas, titulares engañosos nos llegan a través de los medios de comunicación basándose en la máxima publicitaria “repite mil veces una cosa y se convertirá en realidad”. Todo está diseñado, no lo duden. Cada denuncia, cada promesa. “La primera víctima en una guerra es la verdad” decía el congresista demócrata estadounidense, Hiram Johnson, en 1917. Probablemente hoy en día, la verdad, sea una de las ausencias más notables en la mayoría de los medios de comunicación. Analicen por un instante las diferentes versiones acerca de cualquier asunto de interés en estas elecciones, ¿nos están hablando del mismo pueblo cuando unos se apuntan el mérito de haber solucionado el problema de las canteras y otros lo denuncian como una crisis en crecimiento? ¿Por qué ninguna voz critica unas promesas de expansión urbanística y comercial propuesta por casi todos los partidos sin los preceptivos estudios de impacto medioambiental, y socioeconómico que marca la ley del suelo? ¿Por qué les preocupan tanto los sorteos de VPO y nadie nos habla del futuro real de los Llanos de la Plata, por ejemplo? ¿Por qué la oficina de prensa de los ayuntamientos no dedican su tiempo (y nuestro dinero) a explicar a los electores, cosas tan poco conocidas como el reparto de escaños o concejales de una forma no directa (por porcentajes) sino a través de la complicada formula de D´Hont, con lo que se favorecen a los partidos mayoritarios en perjuicio de las minorías?
En mi opinión, los medios de comunicación ya no suponen, en general, un medio de análisis de la realidad, sino que funcionan al servicio de los intereses económicos que los controlan, se limitan a reproducir los mensajes que las agencias de noticias o las oficinas de prensa les envían y se echan en falta análisis más profundos, comentarios basados en otras fuentes, opiniones fundamentadas y noticias contrastadas. Quizás sea consecuencia de la gran cantidad de información que está a nuestro alcance, y a la velocidad a que nos llega. En Alhaurin.com una noticia encabeza el periódico hasta el preciso instante en que aparece la siguiente y la va desbancando hacia posiciones inferiores, buena metáfora de la situación que les cuento, en general no hay tiempo para la reflexión, para el análisis y una noticia deja de existir en el preciso instante en que aparece la siguiente.
Les propongo que lean todo con un enorme grado de escepticismo, pregúntense por qué esa información llegó a los titulares, por qué los interesados la hicieron pública, por qué nos están contando estas historias; y después, usen su propio juicio para digerirlas y analizarlas. Si luego se las creen ya es cosa de cada uno.
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