Quiero
dirigirme a ti, querido Juantxo, ahora que aún faltan escasos 5 días para la
jornada electoral del 20N, y aun no se ha despejado la duda de si te sentaras
en uno de los escaños que la historia tiene reservado a EQUO.
No
esperes una carta de ánimo o un ejercicio de “peloteo”, un servidor no es de
los que fabrican ídolos ni los ensalzan. Simplemente quiero dejar por escrito,
y a la vista de todos, las condiciones en las que voy a prestarte mi voto estos
4 años.
Y es
que, Juantxo, un voto es algo muy serio, y no debemos prestarlo a cualquiera, (menos
aun darlo, sin condiciones y sin caducidad a unas siglas o personas). Mi voto lo
cedo por un periodo de 4 años, con carácter revisable, a un proyecto concreto
que construyen unas determinadas personas.
En
cuanto al proyecto, mucho se ha hablado y escrito, pese a las piedras que la
injusta ley electoral nos pone en el camino a los que no seguimos la estela de
los partidos clásicos y mayoritarios.
(Me niego a llamar “pequeño” a un partido que hasta que se demuestre lo
contrario, solo es “nuevo”). Me interesan la equidad y la ecología política que
impregnan el programa, la democracia participativa la transparencia institucional
y la apuesta por lo social, y me gusta horizontalidad que ha adquirido el
organigrama de EQUO. Fondo y forma de una opción seria y creíble que plantea
debates que otros evitan y que nuestra sociedad necesita.
Pero en
igual medida, me interesan las personas. Durante este tiempo, casi desde su
nacimiento he ido conociendo a la mayoría de los que empezasteis esta aventura.
Muchos sois la cara visible, y muchos más los que vertebran un partido político
en el que todos tienen a su alcance mecanismos para participar y decidir cómo
quieren construirlo. Hoy, tras pocos meses de vida, EQUO ha dejado de ser ese
proyecto de un grupo de personas que, como Alejandro
o tu mismo, os reunisteis en Madrid para dar un paso más en vuestra trayectoria
de implicación social a través de organizaciones y colectivos ecologistas, para
convertirse en lo que miles de voluntarios y simpatizantes hemos sabido
fabricar. Es indudable que los primeros, merecéis el reconocimiento por dar el
paso, especialmente tu, por haber sabido cohesionar y enfocar las distintas
sensibilidades que encontraste por el camino. Por haber tenido la capacidad de
enrolar en tu tripulación a las distintas familias de “Verdes” sin perder la
perspectiva de que EQUO es mucho más que un color político. Pero, tú lo sabes,
el mérito del éxito y la responsabilidad del fracaso, nos pertenecerán a todos
los que estamos en este barco.
El
espíritu de Reyes, la experiencia de Ines, la dulzura de Boti, el coraje de Florent, son la parte visible del trabajo de gente como Pepa, Raul, Merche, y tantos otros que
se han complicado la vida estos últimos meses, para que el ejercito de
soñadores anónimos que forman decenas de, Elenas, Marios, Antonios, Marias, Anas,
etc.. se encuentren y reconozcan entre el resto de ciudadanos de nuestro país
sabiendo que eso que tiene en común se llama EQUO.
Y de
entre esas personas, a ti y al resto de los que habeis dado el paso, muchos por
primera vez, de presentaros como candidatos a las elecciones, os pido, os exijo,
que nos devolváis esa confianza en forma de constancia y compromiso con los
demás. Que nos demostréis a los que os vamos a votar y a los demás que no todos
los que se acercan a la política son de la misma manera, que habéis venido para
cambiar las cosas y que con las ilusiones no se juega.
Sabes,
que yo mismo, dí en las pasadas elecciones municipales el mismo paso que vas a
dar tu ahora. Salvando las distancias, un grupo de vecinos construimos un
proyecto que, como ahora hace EQUO, implica a los ciudadanos y les invita a
convertir la indignación en compromiso. Yo llegué a ser concejal desde la
rabia, desde el “cabreo” de ver lo que estaba pasando en mi pueblo y con la
intención de aportar mi granito para cambiar las cosas desde dentro de las
instituciones, con el espíritu de un troyano. Hoy tras más de 5 en este ejercicio de “intrusismo”,
te confieso que aun estoy más cabreado.
Es más
cómodo ver la partida desde fuera y mirar hacia otro lado que levantar el cuello
e intentar entender lo que pasa a tu alrededor. Y mucho más difícil si decides
mover ficha y participar en la jugada. Tu ya conoces las reglas, solo que ahora
cambias de campo.
Ahora
es tu turno, Juantxo, no olvides nunca a los que te van a convertir en diputado
y demuéstrale a todos que algunos políticos “no solo hablan, también actúan”.
Un
abrazo.
Juan Manuel Mancebo Fuertes
Concejal del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre
ELECTORES-EQUO
Málaga,
14 de noviembre de 2011
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