Acaba de anunciarse, la inminente instalación de dos nuevas grandes superficies comerciales dedicadas a la distribución de alimentos en Alhaurín de la Torre.
Vienen a sumarse a los 5 o 6 grandes supermercados ya existentes, todos ellos pertenecientes a importantes cadenas nacionales o internacionales.
Nos los presentan acompañados de promesas de empleo, facilidades para el consumidor, símbolos de prosperidad y crecimiento y hasta como buenos augurios de una recuperación económica y riqueza local.
Sin embargo pocos hablan de las consecuencias en los pequeños comercios y productores locales, ( y en nosotros como consumidores). No pocos estudios indican lo contrario.
Os recomiendo leer este texto de Esther Vivas, que apunta a otra realidad bien distinta alli donde se implantan estos supermercados. Esther es una de las mas relevantes activistas autora de diversos libros y publicaciones sobre es una activista española autora de diversos libros y publicaciones sobre movimientos sociales y consumo responsable, participante en foros sociales e investigadora en las Universidades catalanas.
En el texto, nos habla de las condiciones de los empleos ofertados, cercanos a la precariedad laboral y a la imposibilidad de conciliación familiar en un sector donde la mayor parte de los trabajadores son mujeres.
Refleja estudios que relacionan la apertura de estos supermercados con el cierre de tiendas y comercios locales, lo que afecta indefectiblemente a la economía local, ya que la tienda de barrio repercute muchísimo mas en el municipio que su actividad económica revierte en el productor local, salarios y empleo que lo que lo hacen las multinacionales del sector.
Y sobre todo refleja lo que estas instalaciones afectan a la cadena de producción, distribución y consumo local. Desde los productores, agricultores y ganaderos, que son los que más pierden, obligados a acatar unas condiciones comerciales insostenibles y que les condenan a la desaparición, hasta nosotros como consumidores instados a comprar productos de mala calidad, traídos de la otra parte del mundo, bajo criterios de beneficio y no tan baratos como parecen, poniendo en peligro nuestro ya frágil tejido económico local.
Es necesario replantear el modelo, sin duda.
Y todos podemos intervenir en ese cambio, revisando nuestros propios hábitos de consumo, poniendo en cuestión e informándonos de lo que hay detrás de estos anuncios oficiales, y también, reclamando políticas que desarrollen escenarios de transición hacia modelos económicos mas justos y sostenibles.
Juan Manuel Mancebo Fuertes
Concejal de ELECTORES-EQUO
Alhaurin de la Torre
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